Tips Nutrición
Tips Nutrición
Publicado por: Nutricionista Ximena Rodríguez
Fecha: 1 marzo, 2023
La dieta termogénica consiste en el consumo de ciertos alimentos que tienen algún efecto en la termogénesis, es decir que aumentan el gasto energético de un individuo y favorecen la pérdida de peso. Veamos cómo se intenta lograr este objetivo en este resumen:
El gasto energético total está compuesto por 3 componentes: el metabolismo basal, el gasto por actividad física y el efecto termogénico de los alimentos (ETA).
El metabolismo basal, que es el conjunto de reacciones químicas que ocurren en el organismo para mantener todas las funciones biológicas como respiración, circulación sanguínea, reparación celular, mantención de la temperatura corporal, etc.
Este también representa la mayor parte del gasto energético total, el gasto por actividad física y la termogénesis inducida por la dieta, también llamado efecto termogénico de los alimentos (ETA). Este último componente representa un porcentaje bajo respecto al gasto energético total (alrededor de un 10%).
El fundamento de esta dieta tiene su base en el efecto termogénico de los alimentos que se define como la cantidad de energía que se necesita para procesar los alimentos que se consumen, es decir, para realizar los procesos de digestión, absorción y metabolización de nutrientes.
Dentro de los macronutrientes, el que necesita mayor cantidad de energía para metabolizarse son las proteínas, por lo que un aumento en la proporción de proteínas de la dieta lleva a un aumento en la termogénesis.
Otros alimentos que han mostrado elevación de termogénesis son el jengibre, té verde, canela, pomelo, betarraga, zanahoria y limón.
Respecto al horario del consumo de alimentos, existe una tendencia a mayor termogénesis al consumir alimentos por la mañana en comparación con la noche.
Una frecuencia regular de comidas, es decir, realizar ciertos tiempos de comida al día como desayuno, almuerzo, once, cena en horarios similares a través de los días también produce una mayor termogénesis al compararla con frecuencias variables (desorden en horarios y tiempos de alimentación).
Los periodos entre comidas también influyen en la termogénesis, La evidencia muestra una tendencia a incremento en la termogénesis cuando los periodos entre comidas son iguales o mayores a dos horas, y una tendencia a disminución en la termogénesis cuando son menores.
Si bien, aunque el ETA representa un porcentaje bajo del gasto energético total, al ser alterado podría tener efectos a largo plazo sobre el peso corporal.
Es por esto muy importante combinar el consumo de alimentos regulares con el uso de alimentos termogénicos dentro de un plan de alimentación balanceada y una actividad física adecuada y frecuente.
Ximena Rodríguez
Nutricionista
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112018000800031