Beber suficiente agua a lo largo del día es fundamental para el funcionamiento óptimo del cuerpo y la mente.

La deshidratación leve puede afectar la concentración, el estado de ánimo y el rendimiento físico, algo especialmente relevante en regiones latinoamericanas donde las temperaturas suelen ser elevadas.

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir entre 1,5 y 2 litros de agua diarios, ajustando la cantidad según la actividad física, el clima y las necesidades individuales.

Una señal sencilla para saber si estás bien hidratado es observar el color de la orina: debe ser clara o ligeramente amarilla.

Recuerda que frutas y verduras locales como la sandía, el melón, el pepino y la naranja también aportan líquidos y nutrientes esenciales.

Incorpora el hábito de llevar siempre una botella de agua y establece recordatorios para beber, sobre todo si pasas mucho tiempo en interiores con aire acondicionado o realizas actividad física.