Tips Nutrición
Tips Nutrición
Publicado por: Nutricionista Ximena Rodríguez
Fecha: 3 noviembre, 2021
Los alimentos o bebidas fermentadas son aquellos que se obtienen del proceso de convertir carbohidratos en alcohol o ácidos orgánicos utilizando microorganismos como mohos, bacterias o levaduras bajo condiciones ambientales específicas, con el fin de modificar el sabor de los mismos y aumentar su vida útil permitiendo su conservación.
Como ejemplos de estos alimentos tenemos el yogur, kéfir, requesón o ricotta, té kombucha, miso, tempeh, kimchi, chucrut, pan, queso, bebidas alcohólicas, vinagre, entre muchos otros.
Consumir alimentos fermentados se ha relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares o metabólicas, como la diabetes, así como con la mejora del estado inmunitario o cognitivo y con los trastornos digestivos.
¿Te interesa saber si puedes consumirlos al entrenar? Te recomendamos leer esta información que tenemos para ti:
La mayoría de los alimentos fermentados favorecen la digestión, debido a que los microorganismos digieren previamente algunos compuestos, ahorrando este trabajo al organismo.
El valor nutricional de estos alimentos es alto debido a que el proceso de fermentación permite que algunos minerales se vuelvan biodisponibles y se puedan absorber mejor, lo mismo ocurre con las proteínas, que quedan parcialmente hidrolizadas.
Los cultivos lácticos empleados para producir productos como el yogur o el kéfir mejoran la digestión de la lactosa y además poseen propiedades probióticas que pueden ayudar a aumentar la diversidad de la microbiota intestinal, compiten con otras bacterias patógenas y potencian el sistema inmune mejorando la salud gástrica y general del individuo.
Además, hay que aclarar que no todos los fermentados producen este efecto. Las bebidas alcohólicas y los embutidos pueden afectar negativamente la flora intestinal.
Las bebidas fermentadas como la cerveza, el vino, la sidra poseen un proceso de fermentación natural y las transformaciones que sufren hacen que presenten componentes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, como los polifenoles. Aun así, por su contenido de alcohol se recomienda consumirlas con moderación.
Como podemos observar, entre las características del consumo de alimentos fermentados tenemos su capacidad de actuar como probióticos, lo que proporciona numerosos beneficios en la salud, como la prevención de enfermedades. También son alimentos que se digieren con más facilidad.
Todo esto es una prioridad durante los periodos de entrenamiento, dada la importancia de evitar situaciones que influyan negativamente en el rendimiento, tales como un proceso viral o una infección gastrointestinal, molestias gástricas, entre otras.
Sin embargo, no existen en la actualidad publicaciones científicas que reconozcan algún efecto ergogénico del consumo de probióticos sobre el desempeño físico aunque sí sabemos que pueden proveer al deportista de beneficios secundarios mediante el mantenimiento de un estado de salud adecuado, mejoría de la función inmunitaria y mantenimiento de una función saludable del intestino.
Por lo tanto, recomendamos el consumo de alimentos fermentados en la práctica deportiva aunque siempre dentro de una dieta variada y equilibrada que junto al entrenamiento adecuado saquen el máximo de tus capacidades.
Ximena Rodríguez
Nutricionista