Tips Nutrición
Tips Nutrición
Publicado por: Nutricionista Ximena Rodríguez
Fecha: 4 mayo, 2022
El pilates es un método de ejercicio que busca fortalecer y equilibrar el cuerpo y la mente. Es una de las prácticas deportivas favoritas de muchas personas, ya que ayuda a mejorar la condición tanto física y psicológica.
Entre algunos de los beneficios que tenemos con este entrenamiento están:
El pilates no es un método enfocado en quemar grasas como otras prácticas deportivas, más que nada ayuda en la tonificación muscular (a modificar y definir los músculos mientras se alargan y endurecen).
La idea es que el practicante pueda realizar los ejercicios de la mejor forma posible, para lo cual la alimentación juega un rol importante.
Los hábitos inadecuados de alimentación e hidratación pueden causar letargo, fatiga y una baja capacidad de desempeño, por lo que mejorar la calidad de la dieta es fundamental para lograr la realización de las posturas y también para evitar lesiones.
La alimentación en general debe ser completa, nutritiva y variada (es decir, que contenga los distintos macro y micronutrientes), suficiente (que cubra las demandas energéticas), equilibrada (proporciones adecuadas de los nutrientes para evitar carencias ) y lo más baja posible de alimentos ultraprocesados, ya que contienen muchos aditivos, colorantes y químicos que interfieren en los procesos metabólicos adecuados.
Dado que en la práctica de pilates se trabaja mucho a nivel muscular, es importante contar con una buena reserva de glicógeno en el músculo, que constituye el sustrato energético para realizar el esfuerzo. Aquí juega un rol importante la cantidad de hidratos de carbono que se consumen, los que están presentes en harinas de distintos granos como trigo, maíz, entre otros, así como en los productos que se elaboran con ellas (pan, pastas, galletas), arroz, papas, cereales, avena, quínoa, verduras y frutas.
También debemos tener en cuenta el tipo de comida (calidad, cantidad) y el tiempo transcurrido previo a la realización de los ejercicios para evitar presentar molestias que impedirían realizar las posturas en forma adecuada.
Lo ideal es que si la clase de Pilates se realiza en un horario cercano a un tiempo de comida principal como desayuno o almuerzo, hayan transcurrido al menos 2 horas antes de iniciar la clase y que en esos tiempos de alimentación incluyas alimentos de fácil digestión de preferencia cocidos, evitando alimentos muy grasos, frituras, irritantes y alimentos muy fibrosos.
Se recomienda que no pasen más de 4 horas de ayuno entre comidas, por lo que, si lo necesitas, puedes realizar una colación previa al entrenamiento (30 – 45 minutos antes).
Si la sesión ha sido muy intensa o si han transcurrido muchas horas desde la comida anterior, puedes ingerir alimentos después de la realización de los ejercicios para tener una buena recuperación. También puedes incluir alimentos aportadores de carbohidratos y proteínas para reponer las pérdidas y contribuir a regenerar la masa muscular. Como por ejemplo: barrita de cereales y semillas o barritas que contienen mayor cantidad de proteínas, batido de fruta y leche, yogurt con avena y frutos secos, etc.
Otro nutriente a considerar es el triptófano, el cual corresponde a un aminoácido esencial que influye en los niveles de serotonina en el cerebro. La serotonina es un neurotransmisor encargado de regular el estado de ánimo y generar sensación de bienestar, por lo tanto, consumir alimentos ricos en triptófano ayudaría a activar el cerebro, darnos un buen humor y relajarnos contribuyendo aún más con el efecto de relajación y disminución del stress que conlleva la práctica de pilates.
El triptófano se encuentra en mayor concentración en los siguientes alimentos: productos en base de soya, lácteos, arroz integral, carne, maní, almendras, semillas de sésamo, huevos, plátanos, piña y palta.
No olvides la hidratación para lograr una adecuada termorregulación y balance hídrico. Estar bien hidratado evita la presencia de lesiones, calambres. Además permite eliminar las sustancias de desecho derivadas del entrenamiento.
Ximena Rodríguez
Nutricionista