Las pausas activas —breves momentos de movimiento físico durante la jornada laboral— se han consolidado como una estrategia eficaz para reducir el sedentarismo, uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad en Latinoamérica.

Según el nuevo plan regional aprobado por la Organización Panamericana de la Salud en octubre de 2025, más del 35% de los adultos en la región son físicamente inactivos, lo que incrementa la carga de enfermedades no transmisibles (ENT).

Incorporar pausas activas de 3 a 5 minutos cada hora, como estiramientos, caminatas cortas o ejercicios de movilidad articular, ayuda a mejorar la circulación, disminuir el estrés y aumentar la productividad.

Este hábito es especialmente relevante en entornos urbanos y oficinas, donde el tiempo sentado suele superar las 6 horas diarias. Además, es una medida sencilla, gratuita y adaptable a cualquier espacio.

Recuerda: la constancia en pequeñas acciones diarias puede marcar la diferencia en tu salud a largo plazo.