¿Es posible controlar los antojos por los dulces?

¿Es posible controlar los antojos por los dulces?

Publicado por: Nutricionista Ximena Rodríguez

Fecha: 8 junio, 2022

Cuando hablamos de adicción al azúcar o productos dulces, surge la duda de si esto es un mito o una realidad. Para despejar estas dudas, te cuento que se han realizado estudios científicos sobre la dependencia al azúcar y se ha observado que se producen cambios a nivel cerebral en los sistemas neurales similares a los encontrados con la adicción a drogas.

En personas que realizan dietas estrictas de restricción calórica, suele ocurrir que pueden presentar cuadros depresivos y de ansiedad que asemejan los estados de abstinencia.

El consumo de alimentos especialmente dulces libera grandes cantidades de opioides endógenos, tanto así que su ingesta actúa como analgésico en modelos animales. Recordemos que, popularmente, cuando un niño se golpea, el dolor es calmado con alguna golosina.

Todo lo anterior nos lleva a concluir que la adicción a lo dulce es más una realidad que un mito.

Esto también explica lo que ocurre con las empresas productoras de alimentos, que aprovechan esta situación e incluso la aprovechan como estrategia para mejorar sus ventas, agregando grandes cantidades de azúcares o edulcorantes, favoreciendo el consumo y la adicción.

La pregunta es ¿cómo controlar esta adicción? Ya que a muchos de nosotros nos pasa que sentimos esas ganas incontrolables por comer algo dulce, hoy te comparto algunos consejos de nutrición para mantenernos sanos.

Cómo vencer el antojo por los dulces

1 – Disminuir el sabor de dulzor en las comidas

Es muy importante ir disminuyendo de a poco el grado de dulzor de los alimentos que consumes. La ingesta abusiva de dulzor aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, generando una sensación de bienestar. En consecuencia, esto hace que quieras consumir cada vez más cosas dulces.

Si sueles tomar tu café con 3 cucharaditas de azúcar, primero baja a una medida de dos y media. Cuando te hayas adaptado sigue bajando a 2 cucharaditas y así sucesivamente. Esto se recomienda ya que el grado de dulzor que una persona requiere es más por costumbre que por necesidad, por lo tanto hay que ir acostumbrando de a poco a un cierto grado de dulzor para no sentir el cambio y recaer. Lo mismo aplica a si usas endulzantes. Los receptores en cerebro para el sabor dulce son los mismos para el azúcar que para los edulcorantes no calóricos. Por lo tanto, también debes disminuirlos de a poco.

2 – Identificar emociones y distraer la mente

Muchas veces las personas recurren a la ingesta de dulces por razones más relacionadas con el plano emocional que respondiendo a sensaciones de hambre o apetito.

¿Te ha pasado que después de haber tenido un mal día te dan ganas enormes de comer una barra de chocolate, un pastel o un pote de helado creyendo que eso te servirá como un alivio a la pena?

Eso es porque tratamos de llenar un vacío emocional con cosas dulces sabiendo el placer que esto nos brinda. Por lo tanto, es importante detenernos y pensar por qué tenemos ese antojo y tratar de abordar los problemas de otra forma.

Te recomiendo relajarte viendo una película, hacer ejercicio para desestresarte y mejorar tu estado de ánimo. Practicar yoga o ejercicios de meditación también es una buena opción.

3 – Prepárate en casa para comer más saludable

No hay que olvidar que la mejor recomendación es una dieta balanceada que aporte distintos macro y micronutrientes.

Además, no se debe dejar pasar demasiado tiempo entre una comida y otra, ya que muchas personas confunden antojo por lo dulce con una baja en la glicemia debido a largas horas de ayuno. Tan solo basta con comer a las horas que corresponden y, si no puedes hacerlo, ten a mano colaciones saludables y naturales, como frutas, frutos secos, frutas deshidratadas, entre otras.

Incluye en tus tiempos de comida alimentos nutritivos que tengan suficientes proteínas y fibra para que logres tener un buen estado de saciedad. Evita tener productos dulces disponibles en casa, ya que corres riesgo de recurrir a ellos si no eres capaz de controlarte.

Un consejo final al respecto es que, cuando vayas a comprar al súper, lo hagas después de haber realizado algún tiempo de comida, es decir no vayas a comprar con hambre, ya que está comprobado que si estás comprando alimentos y tienes hambre puedes tomar malas decisiones y optar por comidas ricas pero poco saludables y altas en azúcares.

Ximena Rodríguez

Nutricionista