Hoy te damos interesantes consejos para que comas más lento y de ese modo puedas satisfacerte antes, sin comer en exceso. ¡Presta atención!

Tranquilidad
Con la llegada de la comida rápida se ha perdido el ritmo tranquilo de las comidas, y esto hace que comas más y peor.

-Pon la mesa siempre que puedas y crea un ambiente relajado.

-Respira hondo por la nariz y exhala por la boca. Saborea y aprecia lo que comes.

En familia
Si hablas, tardarás más en comer. Comparte el momento con la familia o amigos y conviértelo en un hábito. Aunque, ten cuidado, cuando hablamos tendemos a tragar aire y puede resultar indigesto, así que presta atención y habla entre bocado y bocado.

Sin distracciones
Elimina las distracciones antes de comer o, sin darte cuenta, habrás engullido la comida en un tiempo récord:

-Deja el móvil en otra habitación y apaga la televisión.

-No lleves el libro que estás leyendo a la mesa mientras comes.

-Olvídate del ordenador o de comer mientras estás trabajando.

Agua, de a poco
El agua no tiene calorías y llena el estómago, por eso si bebes un sorbo de agua entre cada bocado comerás más despacio y te sentirás saciada antes. Tomar un vaso de agua antes de comer también hará que te notes más llena y que comas menos.

Grandes trozos
No te prepares los platos con la comida cortada a trozos pequeños porque acabarás comiendo más rápido. El acto de ir desmenuzando los alimentos con cuchillo y tenedor ralentizará el proceso.