Tips Nutrición
Tips Nutrición
Publicado por: Periodista Ximena Alarcón
Fecha: 14 marzo, 2019
¿Sabes si tienes intolerancia a la fructosa? A continuación te orientamos al respecto
Te contamos que uno de cada cinco adultos y uno de cada tres niños no digieren del todo bien la fructosa, pero la mayoría no lo sabe. Por lo general buscan un culpable en su alimentación. El gluten de los cereales o los productos lácteos son sospechosos habituales. Pero pocos caerán en la cuenta de que la responsable de estas molestias es la fructosa y que los alimentos problemáticos son algunos con imagen tan sana como las frutas o los zumos.
Qué es la intolerancia a la fructosa
La malabsorción de la fructosa es debida a una dificultad para metabolizarla en el intestino. La fructosa que no se asimila en el intestino delgado pasa al grueso donde causa flatulencia y otras molestias. Este trastorno se puede diagnosticar a través del test de hidrógeno espirado. No debe confundirse con la intolerancia hereditaria a la frutosa, una enfermedad rara (afecta a una de cada 20.000 personas) que es debida a una deficiencia de una enzima hepática y se diagnostica mediante un test genético. Las personas con una intolerancia herediraria a la fructosa deben restringirla completamente.
Síntomas
Los síntomas de la malabsorción de la fructosa dependen de la cantidad ingerida y del nivel de tolerancia de cada persona. La razón es que el intestino irritado por la fructosa no es capaz de extraer todo el triptófano de los alimentos, de manera que el cuerpo no puede sintetizar el neurotransmisor serotonina. Su deficiencia está asociada a la depresión, así como a los ataques de hambre por alimentos dulces.
Molestias digestivas: flatulencias, hinchazón abdominal, incluso diarreas y calambres.
Peores defensas: menor asimilación de nutrientes como el ácido fólico y el cinc, cuya deficiencia está asociada a una inmunidad pobre.
Alteraciones del ánimo: cansancio, irritabilidad o ánimo depresivo. Se ha demostrado que el intestino irritado por la fructosa no es capaz de extraer el triptófano de los alimentos, de manera que el cuerpo no sintetiza la serotonina. La deficiencia de este neurotransmisor se asocia a la depresión y a una apetencia desmedida por los dulces.
Qué hacer
Tanto si tienes intolerancia a la fructosa como si no, es bueno que conozcas el límite de fructosa que puedes tolerar. Puedes conocerlo reduciendo al mínimo tu ingesta de fructosa y luego ir incrementándola gradualmente hasta que sientas molestias. Si descubres que tienes una malabsorción de fructosa, sigue nuestros consejos para evitar las molestias que la acompañan.No tomes más de 35 g: es difícil no superar esta cantidad, basta con que consumas, por ejemplo, una manzana, un café con dos cucharaditas de azúcar y un refresco.
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