Publicado por: Periodista Ximena Alarcón
Fecha: 15 noviembre, 2017
Hoy te contamos que el sudor es la evidencia física que tenemos incorporado un aparato de aire acondicionado. Tal cual. Y nos sirve para proteger el sistema del cuerpo, sanar heridas, liberar toxinas, proteger los riñones, estimular el cerebro, o reducir los dolores del post-entrenamiento.
Durante los últimos años, mucha investigación se ha hecho sobre las glándulas sudoríparas ecrinas que existen en nuestra piel. En la Universidad de Michigan, el investigador Laure Rittié descubrió que estas glándulas albergan un importante reservorio de células madre adultas que ayudan en el proceso de cierre de las heridas.
Al identificar un proceso clave de cierre de las heridas, lo primero que nos viene en mente es usar drogas o medicamentos, pero las glándulas sudoríparas, que aún no fueron estudiadas en profundidad, pueden ser la solución desconocida.
Lo que sucede exactamente cuando sudamos, es literalmente liberar toxinas de nuestro sistema utilizando el sudor como el conducto. Los expertos médicos coinciden en que liberamos todo el exceso de sal, colesterol y alcohol, lo que significa que un entreno sudoroso limpiará nuestras arterias obstruidas.
Por otro lado, los productos químicos en nuestros sistemas es perjudicial para nuestra salud; notablemente, nuestras glándulas sudoríparas sirven con mucha eficacia para libranos de contaminantes peligrosos. Incluso cuando los mismos no se detectan en la sangre o en la orina, nuestro sudor tiene el potencial de liberar estas sustancias contaminantes de nuestro sistema.
En general se necesita de un ungüento antibacteriano cuando la piel es herida, ya sea por un corte, o por una picadura de mosquitos; pero lo que no sabíamos es que el sudor extiende antibióticos altamente eficientes, con agentes que se secretan en las glándulas sudoríparas, matando con gran poder a los invasores.