Un hábito clave para tu salud y la de tu comunidad en Latinoamérica es **no automedicarte con antibióticos**. La Organización Mundial de la Salud y múltiples organismos sanitarios advierten que el uso indebido de estos fármacos acelera la resistencia antimicrobiana, es decir, la capacidad de bacterias y otros microbios de hacerse resistentes a los medicamentos que antes sí los controlaban.

¿Qué significa en la práctica? Que infecciones comunes que hoy se tratan fácilmente podrían volverse más graves, requerir hospitalización e incluso no tener opciones efectivas de tratamiento en el futuro. El Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano ha resaltado que el uso desmedido de medicamentos, incluidos antibióticos, es un factor que alimenta este problema en nuestra región.

Tip aplicable en tu día a día:
1. Si tienes fiebre, dolor de garganta o malestar respiratorio, **no tomes antibióticos “por si acaso”** ni uses los que te sobraron de un tratamiento anterior.
2. Acude a un centro de salud o consulta con un profesional: muchas infecciones frecuentes (como la mayoría de los resfriados o gripes) son virales y **no mejoran con antibióticos**.
3. Si el médico indica antibiótico, **cumple la dosis y la duración completas**, aunque te sientas mejor antes. Suspender el tratamiento a mitad favorece que sobrevivan las bacterias más resistentes.
4. No compartas tus antibióticos con familiares o amigos, aunque tengan síntomas parecidos.

En paralelo, fortalecer defensas con hábitos básicos —alimentación rica en frutas y verduras locales, lavado de manos y vacunación recomendada por las autoridades de tu país— ayuda a prevenir infecciones y reduce la necesidad de recurrir a antibióticos. Cuidar cómo usamos estos medicamentos es una forma concreta de proteger tu salud hoy y la de toda la región mañana.