Con la llegada del invierno, es común que las personas modifiquen sus hábitos alimentarios. Aumentan las ganas de consumir alimentos más calóricos y preparaciones calientes, mientras que disminuyen la ingesta de verduras y frutas. También es habitual disminuir las actividades al aire libre debido a las bajas temperaturas, lo que puede acarrear un aumento de peso no deseado. Por ello, es importante mantener buenos hábitos de alimentación durante todo el año y no esperar a las estaciones de más calor para empezar a cuidarse.

Acá algunas recomendaciones:

1 – Mantén una buena ingesta de verduras y frutas en invierno

Para mantener una buena alimentación durante el invierno, se recomienda consumir al menos 5 porciones de verduras y frutas al día, equivalentes a unos 400 gramos. Estos alimentos contienen vitaminas y minerales, antioxidantes, fotoquímicos y fibra, lo que ayuda a dar saciedad, favorece la digestión, controla el peso y previene los resfríos de invierno, así como algunas enfermedades crónicas.

Para aumentar su consumo:

• Agrega verduras y frutas de distintos colores en cada comida.
• Incluye diferentes verduras en las preparaciones.
• Lleva frutas para comer como colación.

2 – Disfruta las sopas

Otra recomendación es disfrutar de las sopas, que ayudan a regular la temperatura corporal. Para que sean más saludables, es mejor optar por preparaciones caseras, evitando los caldos concentrados o de sobre que contienen grandes cantidades de sodio y grasa. Asimismo, es recomendable incluir proteínas y carbohidratos complejos para que sean más completas y saludables.

3 – Consume frutos secos y semillas

Si tienes la sensación de necesitar mayor aporte energético, utiliza los frutos secos en remplazo de chocolates o productos de pastelería. Sus ácidos grasos son muy beneficiosos para la salud. Incluso ayudan a reducir el colesterol.

Eso sí. Ten en cuenta que son alimentos muy calóricos por lo que se recomienda consumirlos con moderación (no más de 1 puñado al día).

4 – Bebe infusiones calientes

Con el frío disminuye el deseo de beber agua, por lo que recurrir a las infusiones ayuda a mantener una hidratación adecuada, a aumentar la temperatura corporal y según los ingredientes que uses también pueden prevenir las infecciones virales de invierno y sus síntomas.  El jengibre, la miel y los cítricos se les ha atribuido un rol en la reducción de la duración de los resfríos y disminución de los síntomas.

Puedes preparar limonadas o una infusión de jengibre (mezcla una cucharadita de jengibre fresco, pelado y rallado, en una taza de agua hirviendo) y agregar un poco de miel.

También puedes beber infusiones de hierbas o algunas variedades de té pero evita agregar azúcar a tus infusiones.

Ximena Rodríguez

Nutricionista