Diversos organismos de salud en la región advierten que el consumo frecuente de bebidas azucaradas, como refrescos y jugos industrializados, incrementa el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y obesidad. En México, por ejemplo, las autoridades sanitarias han señalado que estas enfermedades están directamente relacionadas con la ingesta excesiva de azúcar añadida.

Optar por agua natural, infusiones sin azúcar o aguas frescas caseras sin endulzantes es una estrategia sencilla y efectiva para cuidar tu salud y la de tu familia. Además, reducir el consumo de bebidas azucaradas ayuda a prevenir problemas renales y dentales, especialmente en niños y adolescentes.

Recuerda que, en el contexto latinoamericano, donde el acceso a bebidas azucaradas es muy amplio y su consumo es parte de la cultura cotidiana, pequeños cambios en los hábitos pueden tener un gran impacto en la prevención de enfermedades crónicas.

Consulta siempre a un profesional de la salud para recibir orientación personalizada.