Hoy te demostramos que sí es posible comer sano en la oficina. Te invitamos a seguir estos prácticos y fáciles consejos que serán de gran utilidad.

Comer en la oficina es cada vez más frecuente. Por un lado, porque supone un ahorro de tiempo y dinero, pues además de gastar menos, también suele hacerse para optimizar la hora de la comida y salir lo antes posible del trabajo. Y por otro, porque resulta una opción más saludable que salir a diario a comer a un restaurante.

Una vez que volvemos a la rutina es habitual sentirnos sobrecargadas de tareas y de responsabilidades, pues en no pocas ocasiones hay que lidiar con la falta de tiempo, tanto en el ámbito laboral como en el familiar.

¡Atención!

1.- Prepara tu almuerzo la noche anterior
Para evitar salir a comprar alimentos que no son saludables, una de las cosas que puedes hacer es preparar el almuerzo la noche anterior. Ten presente que tendrá que ser un conjunto de alimentos que sean sanos pero que a la vez te mantengan satisfecha durante todo el día de trabajo.

2.- Lleva tu propia botella de agua
En el mercado existen botellas aptas para rellenar con agua: si llenas una de estas todas las noches y la mantienes en el refrigerador hasta el día siguiente, no tendrás que salir de la oficina a comprar ningún tipo de bebida artificial que puede ser perjudicial para la salud.

Además…

3.-Ten a mano bocadillos saludables
Es importante que también tengas en cuenta la posibilidad de guardar en un cajón de tu escritorio algunos alimentos saludables que puedes comer en los momentos en los que el hambre se hace presente. Procura tener siempre contigo galletas integrales, frutos secos (almendras, nueces..) y evita pasar por donde se encuentra la tentadora máquina expendedora.