El maíz nixtamalizado es la base de la alimentación en muchas regiones de Latinoamérica y destaca por sus beneficios nutricionales. El proceso de nixtamalización —cocción del maíz con cal— incrementa la disponibilidad de calcio y niacina (vitamina B3), además de mejorar la digestibilidad del grano.

Consumir tortillas, tamales o atole elaborados con maíz nixtamalizado aporta energía de liberación lenta gracias a sus carbohidratos complejos, ayuda a mantener la saciedad y favorece la salud intestinal por su contenido de fibra. Además, es una fuente accesible de proteína vegetal y micronutrientes como el magnesio y el fósforo.

Para una dieta balanceada, se recomienda combinar el maíz con leguminosas (frijoles, lentejas) y vegetales frescos, logrando así un perfil de aminoácidos completo y potenciando la absorción de nutrientes.

Incorporar productos de maíz nixtamalizado en la alimentación diaria es una forma práctica y culturalmente relevante de cuidar la salud, especialmente en contextos donde el acceso a alimentos procesados es limitado.

Tip: Prefiere tortillas hechas a mano o de molinos locales, ya que suelen conservar mejor los beneficios del proceso tradicional.