Hace algunos años que hemos escuchado que consumir vino con moderación, es decir 1 a 2 copas por día, puede tener beneficios para la salud, especialmente para la salud cardiovascular debido al contenido en antioxidantes que posee el vino.

Sin embargo, esta recomendación ha sido objeto de mucha controversia ya que debido a que el vino contiene alcohol es muy difícil hacer una recomendación general y decir que una cierta cantidad es saludable, incluso existen algunos autores de estudios que concluyen que la evidencia del efecto beneficioso del vino como medida preventiva cardiovascular aún es no concluyente.

Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades, traumatismos y otros trastornos de la salud. Está asociado con el riesgo de desarrollar problemas de salud tales como trastornos mentales y de comportamiento, incluido el alcoholismo e importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

El efecto del consumo de alcohol en los resultados de salud crónicos y agudos está determinado en gran medida por el volumen total del alcohol consumido y la pauta de consumo; son especialmente dañinas las pautas asociadas con episodios de consumo excesivo de alcohol.

Con la creciente concienciación sobre el impacto del consumo de alcohol en la salud mundial, la OMS anunció hace un par de años su postura oficial frente al consumo de alcohol, señalando que la única ingesta segura es la que no se hace, es decir, ni una copa de vino, ni dos. ¡Ninguna!

Dado que existen personas que por costumbre, cultura, hábitos, etc mantienen un consumo frecuente de vino, el desafío con ellos es determinar qué cantidades permiten disfrutar de los beneficios del vino evitando los efectos perjudiciales de la ingesta de alcohol.

El alcohol es un aspecto a tener en cuenta

Existen otros alimentos ricos en antioxidantes como el té verde, chocolate negro, frutas y verduras que no contienen alcohol por lo tanto una persona puede obtener muchos mas beneficios para la salud si come alimentos saludables y se mantiene físicamente activa que si bebe alcohol.

La cantidad de alcohol que contiene el vino es variable. Algunos vinos tienen sólo unos 9 grados de alcohol, o menos, mientras otros alcanzan graduaciones alcohólicas de 13 y 15 grados o incluso más. Siendo estos grados bastante menores a los encontrados en otras bebidas alcohólicas como los destilados.

Para saber cuántos gramos de alcohol contiene el vino por cada 100 ml, se multiplica el grado de alcohol que contiene por 0,8. Por ejemplo, un vino de 12,5 grados contiene 10 gramos de alcohol por 100 ml. Este dato sirve para calcular las calorías que aporta, ya que cada gramo de alcohol contiene 7 calorías. Entonces una copa de 100 cc de este vino aportaría 70 calorías.

Este aporte calórico se trata de calorías vacías ya que el alcohol no nutre, solamente produce energía. Para tener una mejor idea del valor energético del alcohol, debemos saber que un gramo de grasa aporta 9 calorías y un gramo de hidratos de carbono o de proteína, 4 calorías, pero a diferencia de las grasas, los hidratos de carbono y las proteínas, el alcohol no nutre y tiene efectos nocivos y tóxicos para el organismo. Dato importante a considerar si no queremos superar las calorías ingeridas y ganar peso.

Con una sola copa de vino se sobrepasa el límite legal de alcohol permitido en sangre para conducir, ya que basta con 0,3 miligramos de alcohol en aire espirado para estar bajo la influencia del alcohol. Si aumenta a 3 copas, la alcoholemia puede aumentar a 0,8 lo que significa estar en “estado de ebriedad”. Dado que el hígado es capaz de metabolizar el alcohol en sangre en forma lenta, deberán pasar un mínimo de 5,5 hrs para conseguir eliminar del organismo el alcohol contenido en 3 copas de vino.

El vino es bueno, pero con cuidado

La ingesta ligera a moderada de alcohol aumenta la mortalidad por cirrosis hepática, accidentes de tránsito, accidente cerebral hemorrágico y, en varones y mujeres por debajo de los 40 años, el consumo de alcohol se asocia con un aumento de mortalidad por todas las causas. En el caso de las mujeres se ha planteado una probable asociación con un riesgo aumentado de cáncer de mama. Hay que recordar, además, que hay grupos de personas en las que el consumo de vino debe evitarse de todas maneras (embarazadas, menores de edad, si se va a conducir, si están tomando algún medicamento que pueden causar reacciones adversas si se mezclan con el alcohol, etc.)

En conclusión, si bien un buen vino tinto puede poseer propiedades saludables, no es aconsejable una recomendación general de su consumo moderado. Si una persona no bebe alcohol, no debería comenzar a hacerlo y si bebe vino regularmente debería limitar la ingesta.

Ximena Rodríguez

Nutricionista