El pollo satay es una exquisita receta asiática con toques indios y thai, para amantes del maní. ¡Atrévete! Te va a encantar.
INGREDIENTES
3 pechugas de pollo grandes
6 cucharadas de maní (sin sal)
Jugo de 1 limón
2 tallos de cebollín (sólo la parte verde)
1 cucharada de cilantro picado
4 cucharadas de salsa de soya ligera (baja en sodio)
1 1/2 cucharadita de curry
1 1/2 cucharadita de cúrcuma
1/2 cucharadita de comino
2 cucharadas de azúcar rubia o normal
1/4 de taza de leche de coco
2 dientes de ajo
1/2 cucharadita de jengibre rallado
1 cucharada de aceite de sésamo o de oliva
1 cucharadita de ají en polvo (puede ser menos si no te gusta tanto el picante)
Aceite de sésamo u oliva para dorar las brochetas
INSTRUCCIONES
En una procesadora o licuadora, vierte el aceite de sésamo (u oliva) junto al maní. Tritura hasta conseguir una pasta cremosa (por unos 5 minutos)
Luego, añade el resto de los ingredientes: el curry, la cúrcuma, el comino, el ajo, el jengibre, los tallos de cebollín, el cilantro, el jugo de limón, la leche de coco, el azúcar, el ají en polvo y la salsa de soya
Moler en la procesadora hasta lograr una mezcla suave (esta será tu salsa satay)
Toma las pechugas de pollo y córtalas en cubos (no tan pequeños para que puedan pasar por una brocheta). Lleva los cubos a un bowl y vierte la mitad de la salsa satay. Báñalos por completo y déjalos marinar por 2 horas (si no tienes tiempo, no importa, los puedes hacer en el momento y quedan igualmente deliciosos)
Luego, toma los cubos de pollos marinados y pásalos por unos palos de brochetas (madera o metal, los que tengas. Pueden ser de 4 a 6 trozos de pollo por cada una, dependiendo del largo de estas)
Calienta una plancha o sartén grande a fuego medio -con un chorrito de aceite- y cocina las brochetas por unos 6 a 7 minutos por lado, hasta que estén bien dorados y cocidos por dentro
Sírvelos junto a un poco de arroz basmati, el resto de la salsa satay y una rica ensalada fresca con hojas de cilantro