Tips Nutrición
Tips Nutrición
Publicado por: Nutricionista Ximena Rodríguez
Fecha: 31 agosto, 2022
Las barras energéticas son un suplemento alimenticio utilizado para incrementar la vitalidad y nutrientes necesarios para cubrir necesidades de energía puntuales.
Según la clasificación del Australian Institute of Sport, están consideradas en el grupo A, donde aparecen los suplementos recomendables por ser útiles como fuente energética o nutricional, o por haber demostrado su acción favorable sobre el rendimiento deportivo, en estudios adecuadamente protocolizados.
Existen distintos tipos de barras energéticas, según los nutrientes destacados o los ingredientes usados pero básicamente hay altas en carbohidratos o proteínas o ambos. También hay opciones veganas, sin gluten, entre otras.
La mayoría de las barritas aportan alrededor de entre 100 a 150 calorías por porción. Dentro de los nutrientes, se destaca el aporte de hidratos de carbono, los cuales generalmente son de tipo complejos, es decir, que producen una liberación de glucosa más lenta, lo que permite contar con energía en forma continua y mantenida.
También pueden contener hidratos de carbono simple (como azúcar, miel, fructosa, etc) los que aumentan la glucosa sanguínea de forma más rápida.
El fundamento de incorporar este nutriente en las barras es para entregar al organismo el combustible que se usa durante el ejercicio físico (glucosa circulante y glucógeno de reserva) y reponer las reservas en el músculo. Las necesidades de carbohidratos dependen de las características individuales de cada atleta y la duración e intensidad del entrenamiento.
Otros nutrientes que contienen las barras energéticas son: proteínas, lípidos y algunas vitaminas y minerales dependiendo de los ingredientes o agregados.
El aporte proteico puede variar entre 2 a 15 grs o más de proteína por porción según el tipo de barra.
Además, entre sus ingredientes habituales tenemos los cereales: (arroz, maíz, avena, trigo), fructosa, glucosa, miel, sacarosa (azúcar), chocolate, frutas deshidratadas, frutos secos, semillas, entre otros.
Estas barras deportivas se utilizan con el fin de alcanzar objetivos nutricionales específicos. La idea es lograr una ingesta calórica adecuada en momentos en que la dieta, por sí sola, no es capaz de aportar toda la energía y nutrientes que el organismo demanda. Se consumen en prácticas de entrenamiento prolongadas, competencias, recuperación posterior al ejercicio, incremento de la masa muscular o cuando resulta más práctico que llevar alimentos preparados.
Las de tipo altas en carbohidratos están diseñadas para uso en entrenamientos intensos y prolongados como correr, ciclismo, natación, tenis, senderismo, etc. Las que tienen además alto contenido graso (ej. contienen maní, chocolate, semillas, aceites) ayudan en deportes con condiciones ambientales adversas, como el frío. Por ejemplo, al practicar montañismo, largas travesías, triatlón, etcétera.
Las barras altas en proteínas proveen una forma accesible de hidratos de carbono y proteínas durante el ejercicio para apoyar el desempeño físico y asimismo facilitar la recuperación posterior principalmente en deportes de fuerza (musculación, escalada, barras, ejercicios localizados, etc)
Las fuentes alimenticias deben considerarse siempre como primera opción para comidas y colaciones, y hay que evitar el consumo excesivo de estas barras en sustitución de una alimentación sana.
Siempre es recomendable leer la información de los envases para saber que tipo de barra se trata y conocer sus ingredientes. Evitar en lo posible cuando contienen azúcar o jarabe de maíz de alta fructosa, aceites hidrogenados y una serie de aditivos ya que estaríamos frente a un producto de no muy buena calidad.
Ximena Rodríguez
Nutricionista